Las reglas de etiqueta varían de acuerdo a la cultura de cada país, pero existen algunas normas en común, o que por lo menos compartimos en este continente.
El blanco y las tonalidades muy claras, como hueso o perla, están reservados para la novia.
Los chales, estolas o cualquier prenda que cubre los hombros y espalda deben usarse durante la ceremonia religiosa.
Día:
Tonalidades claras y vestidos cortos son ideales para bodas celebradas por la mañana o a medio día. Los vestidos largos son para las damas, la madrina y la novia.
Las zapatillas de tirantes o con aberturas son ideales para las ceremonias por la mañana, además con un tacón discreto, los tacones llamativos suelen usarse más en eventos nocturnos, aunque algunas preferimos llevar zapatos de tacón bajo por la comodidad.
Noche:
Tonalidades oscuras y vestidos largos son para bodas que se festejan durante la tarde/noche.
Los vestidos con lentejuelas o aplicaciones con brillos son perfectos para eventos nocturnos.
También suelen usarse escotes un poco más pronunciados en frente o espalda, o aberturas en la pierna.
Los vestidos con encaje en mangas o en espalda pueden ser una buena opción para la noche si no te gusta mostrar mucha piel.
Recuerda que las reglas están hechas para romperse, si bien puedes pedirle a tus invitados seguirlas y ellos pueden decidir hacerlo o no.